los economistas auguran mayores descensos, superiores al 20% desde máximos
El gobernador del Riksbank, Erik Thedeen, ha afirmado que la caída de los precios de la vivienda en Suecia es positiva para la economía y se ha congratulado de las mejores perspectivas para que los compradores primerizos puedan adquirir su primera vivienda y que se reduzca la desigualdad. El mercado residencial sueco lleva un año de descensos, con bajadas del 15% desde máximos.
Suecia se ha convertido en el nuevo ejemplo de burbuja de los precios de las casas y de su estallido tras el incremento de la inflación y la subida de los tipos de interés del dinero. El mercado residencial sueco es la nueva avanzadilla de otros mercados que están sufriendo caídas de los precios tras el boom vivido desde la pandemia del coronavirus. El Banco Central sueco sigue pronosticando nuevas caídas, pero su gobernador ve pocos motivos de preocupación en estos momentos.
“Una caída del precio de la vivienda del 15% es buena para la economía sueca”, afirmó el gobernador en una intervención en el parlamento. “Aumenta la posibilidad de que entren personas que están fuera del mercado de la vivienda, disminuye un poco el endeudamiento y viene después de un aumento desbocado en los precios de la vivienda”.
Ese aumento ha llevado a una “redistribución desigual, enriqueciendo a los propietarios de viviendas” en el país nórdico a expensas de aquellos que no son dueños de sus viviendas. Thedeen agregó que no le gustaría ver que los precios caigan por un precipicio, pero una caída ordenada y continua es un escenario ventajoso, concretó.
Según encuesta de la entidad Skandinaviska Enskilda Banken (SEB), los economistas esperan que la corrección total en los precios de la vivienda sea de alrededor del 20% desde el máximo del año pasado, lo que sugiere que hay margen para nuevas caídas.